Txindoki

En primer lugar queremos dar la bienvenida a Cris. En la tarde de ayer se incorporó al grupo y disfrutamos de parte del paseo por el Puente Colgante con ella.

Esta salida era una de las más esperadas para todo el grupo. Algunos no habían subido al Txindoki todavía. Pero para otros lo especial es que gracias a este monte conocimos a una gente tan apasionada como nosotros.

Comenzamos a caminar desde el parking de Larraitz. Poco a poco por la pista vamos ganando altura. En un primer momento nuestra intención era hacer también la cima de Ausa Gaztelu, pero el viento que sopla es fuerte y hay nubes que amenazan lluvia.

El grupo es numeroso y nos vamos dividiendo en pequeños grupos para compartir experiencias. Cada parada prácticamente cambiamos de compañeros de marcha, lo que nos permite coincidir con casi todos un rato.

Unos metros antes de la cima, tras un giro a la izquierda hacemos una pequeña parada. Aquí no da el viento y es buen lugar para un tentempié.

En nada coronamos la cima. Sacamos las cámaras y no paran de sonar los obturadores. Las vistas son inmejorables. Podemos ver todas las cimas que hemos planificado para nuestras amigas. A destacar las vistas sobre Aralar y el verde de sus laderas.

Con cierta pena, comenzamos a descender en dirección a la majada de Muitze. El descenso es rápido aunque hay puntos en los que el barro del sendero recomienda bajar el ritmo.

Ya en el parking de Larraitz nos ponemos a comer. El menú esplendido: unas deliciosas empanadas realizadas por Cris, una sabrosa degustación de quesos canarios y las tortillas que nos preparó Zumakas. Que bien nos hemos quedado, es hora de regresar a casa y a descansar que mañana hay más.