Con ciertas dudas por el tiempo nos hemos desplazado a Mendraka en Elorrio. La previsión de lluvia era principalmente por la tarde pero nunca se sabe.
Junto a la ermita de Mendraka hemos aparcado los coches y nos hemos calzado las botas.
Por pista y con alguna indicaciones en los árboles hemos comenzado la ruta. La chavalería estaba animada y han sido ellos los que han impuesto el ritmo del grupo. En varias ocasiones les hemos tenido que parar para podernos reagrupar. Las pendientes por lo general eran llevaderas y la pista no estaba excesivamente embarrada.
Al llegar al collado nos incorporamos al G.R., donde continuamos hacia nuestra derecha para ir en primer lugar hacia la cima de Erdella. Durante parte de este tramo caminaremos a los pies de varios puesto de palomeras. Ahora la pista si que está algo más embarrada, pero tenemos escapatorias en los laterales para no mancharnos en exceso.
Abandonamos el G.R. para realizar por un sendero los últimos metros de subida para llegar hasta la cima. La cima nos es agradecida en vistas ya que está cubierta de arboles. Juntamos al grupo y nos hacemos la foto de rigor. A algunos casi ni se les ve. Junto al buzón no gozamos de demasiado espacio.
Toca desandar el tramo hasta el collado para continuar en el sentido contrario. La pista nos lleva de forma cómoda hasta la cima de Santamariñazar. esta cima posee dos buzones, una cruz de piedra y una ikurriña en su cima. Aquí si podemos contemplar vistas. Anboto y todo su cresterío están frente a nosotros. El aire es frío y podemos observar como en las montañas que nos rodean hay nieve sobre los 1000 metros.
Foto y rapidamente comenzamos a bajar hasta Mendraka. En su pequeña ermita comemos y pasamos un rato jugando al fútbol y a las palas.
De aquí una breve visita a la necrópolis de Argiñeta, para seguido bajar hasta a Elorrio donde tomamos algo calentito y damos por finalizada esta salida.
Al final ha merecido la pena el esfuerzo, no ha llovido ni gota y hemos disfrutado de un bonito día.
