24 ene 2017

Indiagana, Itxogana y Arraialde

La previsión dice que no se esperan lluvias, por tanto decidimos hacer la opción larga de esta salida. Para iniciarla aparcamos en el parking junto a la estación de servicio de Virgala Mayor.

Como era de esperar, el día es frío, por lo que abrigados comenzamos la marcha junto a la carretera. Dejamos atrás el pueblo en dirección Azazeta y tras pasar una valla metálica llaneamos un rato por una zona sombría y fría. Cruzamos el río Berrón para progresar por pista. En ella encontramos una gran placa de hielo que bordeamos sin dificultad. A partir de este punto el camino se empina durante un buen rato y avanzamos ante la atenta mirada de unas cuantas vacas. El terreno es despejado y el sol hace que nuestros cuerpos se vayan entonando y ya nos sobre algo de ropa.


La pista ahora se va metiendo entre hayas y algunos robles. Para nuestra sorpresa comenzamos a pisar nieve. Parece que la falta de lluvias junto a las bajas temperaturas le han permitido aguantar. Si bien la ruta no ofrece vistas, el hayedo y la nieve nos sirven de disfrute a nuestra vista.


Un corto repecho nos deja en la cima de Indiagana. En la cima nos cruzamos con dos ciclistas que amablemente nos harán la foto de grupo. Estas han sido las únicas personas que hemos visto en la jornada.


Unos frutos secos y continuamos por pista y senderos. Entre nieve y hayas llegamos a la cima secundaria de Elabe que se encuentra en nuestro camino. Un giro a la derecha y descenderemos durante un rato entre pinos por un sendero marcado con hitos.

Enlazamos con una nueva pista, que abandonaremos para llegar por un suave sendero ascendente hasta la cima de Itxogana. Desde esta cima despejada, podemos ver parte de la llanada alavesa así como las sierras de Aizkorri, Aratz y Elgea con sus inconfundibles molinos eólicos.


Toca continuar y ya tenemos previsto comer en la ermita de San Bitor, a la que llegamos por un precioso sendero entre hayas. El sol nos acompaña durante la comida lo que nos hace muy agradable la estancia en la ermita. Luego ya por pista llegamos hasta el puerto de Azazeta.

Cruzamos la carretera y enseguida enlazamos con una nueva pista que empezará a picar hacia arriba. En esta zona más sombría la presencia de barro se hace mayor bajo las hojas.



Una manada de caballos nos recibe bajo la cima de Lete y nos persigue unos metros a la espera de que les demos algo de comida. Pero nosotros a lo nuestro, la cima de Lete se ve muy puntiaguda y nos requiere un calentón llegar hasta ella. Un mugarri es la única referencia que encontramos de la cima. Desde aquí y siguiendo todo el cordal nos lleva hasta nuestro último objetivo del día, Arraialde. Es el tercero del los montes centenarios que tiene nuestra jornada. Entre unas jóvenes hayas se encuadra su buzón.

Ya solo queda continuar hasta Virgala siguiendo las flechas rojas y más tarde las indicaciones de PR. Eso sí, nuestro particular Mesías nos hará una demostración de como caminar sobre las aguas.


Una buena jornada que finaliza con casi 20 kms de recorrido, más nieve de la esperada y una cerveza para reponer los líquidos perdidos durante la jornada.


Fotos aquí