13 mar 2015

Cotero

Por fin el tiempo nos ha dado una tregua y hemos podido realizar la primera salida adultos de este año. Así con muchas ganas nos vamos hasta Pedrosa de Valdeporres y de allí hasta el túnel de La Engaña.


La ruta planificada era de unos 23 kilómetros pasando por las cimas de Cotero y del Nevero del Poyuelo. En la zona vemos que aún queda bastante nieve y la ruta podía ser demasiado para el grupo en general. Optamos por realizar una de las alternativas que llevábamos. La ruta elegida ha sido una circular de unos 15 kilómetros hasta la cima del Cotero.

En la estación de La Engaña nos calzamos las botas y comenzamos a caminar por una ancha pista. En menos de un kilómetro junto a unas mesas de merendero, vemos a nuestra izquierda el desvío por el que haremos la vuelta. Nosotros seguimos recto hasta una nueva bifurcación. En ella vemos a nuestra derecha claramente el Nevero del Poyuelo, pero nosotros seguimos por la pista de la izquierda. hasta aquí el terreno ha sido casi llano, pero poco a poco empezamos a ascender entre campas y bordas.


Esta pista ya comienza a tener una gran presencia de nieve lo que nos ralentiza un poco la marcha. Ya empezamos a divisar la antecima de nuestro objetivo. Un poco fuera de pista continuamos por una pequeña loma sin nieve que nos facilita el caminar.


Justo antes de la antecima tenemos un gran nevero que atravesar. El sol va calentando y  la huella que dejamos al pasar se va haciendo más profunda. Salvada la nieve, en unos poco metros llegamos a la cima. Vértice y buzón la adornan.



El día acompaña y podemos divisar: a nuestras espaldas el Castro Valnera (con su caída de casi mil metros) y de frente Dulla (donde estuvimos el año pasado).

Un pequeño tentempié y comenzamos a bajar por la otra vertiente. El primer nevero que nos encontramos se nos hace muy divertido. Los bajamos corriendo, a saltos, incluso deslizandose alguno.



De aquí en adelante son muchos los tramos que vamos entre nieve y al final acaban no resultando tan divertidos. Nos clavamos en varias ocasiones, y los del pantalón corto acaban congelando sus zonas más íntimas. Algún otro no sé si por envidia desaparece casi entero, justo dejaba ver su cabeza.

Un poco aburridos de la nieve llegamos a unas bordas, a partir de las cuales tenemos otra vez un camino más marcado por el que llegar hasta el coche.


Tras comer en la zona del túnel ponemos fin a la salida y retornamos a casa. Otro gran día, que como dice Koldo hubiese sido perfecto de no ser por la compañía *O:-) santo.

Muchas gracias a todas y todos por contribuir a pasar otro precioso día con Bidelagun.