17 jun 2014

Peña Lusa 1575 m. (Desde Lunada)

La previsión de tiempo no era demasiado halagüeña, pero durante el trayecto la lluvia parecía respetar. Así hemos llegado al kilómetro 5,5 de la carretera que lleva a Lunada. Nos calzamos las botas comenzamos a andar. Al poco de empezar a andar un chaparrón nos ha hecho ver la realidad. El día no va a dar para mucho y bajo una hayas decidimos qué hacer. Finalmente y con diversidad de opiniones decidimos tratar de ascender hasta La Inmunia / La Rasa. Desde donde nos encontramos es poco más de un kilómetro.


Durante el trayecto, una fina lluvia nos ha acompañado a ratos. Sin problemas hemos alcanzado la cima, curiosas con sus lachas apiladas. Alguna de ellas con formas curiosas.

Con el tiempo justo para hacernos alguna foto, vamos desandando nuestros pasos para tratar de llegar al coche cuanto antes.  La niebla no nos permite vistas de ningún tipo, así que, no merece la pena permanecer más tiempo. 



La parte final del descenso la hacemos ya con buena visión y sin nada de lluvia. Pero al llegar al coche otro pequeño chaparrón hace que decidamos bajar a cambiarnos de ropa hasta Las Machorras. Allí en un pórtico nos ponemos ropa seca y decidimos qué hacer. La decisión es unánime, nos vamos a Espinosa y comeremos unos huevos con chorizo.


Tras el picoteo partimos para casa, llegando a Bolueta sobre las 16:15. Lo único que nos queda por decir es que volveremos a por Peña Lusa. No sabemos si como salida oficial, pero algunos esperamos alcanzar esta cima dentro de poco.







12 jun 2014

Aldaon por las Malloas

Parece que la subida  por las Malloas se nos resiste. La lluvia previa a la salida aconsejaba modificar el itinerario. Por ello decidimos buscar una ruta que, partiendo desde Azkarate, nos permita la subida a Artubi, a Uakorri y, dependiendo de las condiciones, a Balerdi.


Partimos desde Azkarate con buena temperatura pero con una niebla que no  nos  permite  divisar  el  cordal.  Los  tramos  de  bosque  y  de  terreno despejado  se  van  alternando  hasta  llegar  a  la  base  de  Zabalegi.  Aquí perdemos el claro sendero y comenzamos a subir entre una  hierba muy alta  que  dificulta  seguir  cualquier  camino.  Por  suerte  el  terreno  va cambiando y empieza a ser más piedra. Este no es el único cambio, ahora la niebla  se  empieza  a  diluir  y  podemos  observar  la  preciosa  silueta  del Txindoki.


Ya  desde  la  cima  podemos  contemplar  la  inmensidad  de  esta  sierra  y recorrer con la mirada las rutas que hemos seguido para hacer varias de sus cimas. Es momento de seguir, bajar, subir y subir hasta que aparecemos en la cima de Artubi. Aquí la foto cambia un poco y es que la vista sobre las Malloas es espectacular.  También  el  sitio  óptimo  para  acercarnos  a  Balerdi.  


Nos arrimamos y observamos cómo está el terreno. Los más expertos van por delante y, ¡bingo!, el paso por la cresta no está húmedo. Poco a poco nos vamos animando a pasar.  Llega mi hora y me decido a intentarlo. A pesar del vértigo que tengo no lo veo mal. Poco a poco y con la ayuda de mis compañeros indicándome cuales son los mejores apoyos, acabo pasando. Terrible, lo conseguí. Gracias compañeros.


Hemos  pasado pero  queda volver.  Ahora  ya  se  a  qué me enfrento y  la verdad es que me alegro de haberme arrimado. Muchas veces hasta que no lo ves por ti mismo no sabes si eres capaz. El paso tiene un tramo algo aéreo, aunque hay buen apoyo. Otro detalle importante ha sido que la roca estaba seca, si hubiera estado mojada creo que ninguno se habría animado a  intentarlo. Volvemos hasta casi la cima de Artubi para realizar un fuerte descenso y llegar al paso de Astunalde. Dejamos las mochilas en el suelo y salvamos el fuerte desnivel que nos separa de Uakorri. Disfrutamos un poco de las vistas y vuelta a Astunalde para comer. 


La pendiente para el descenso es fuerte y la alta hierba solo nos deja intuir algunas  partes  del  camino.  El  primer  tramo  se  hace  tortuoso  (era  eso, ¿verdad Larri?). Son varios los resbalones que sufrimos durante este tramo. Si esto está así, ¡como será desde Gaintza!


Ya en la zona más tendida, el  camino al  coche se nos complica.  Vamos siguiendo claros caminos que acaban sin salida. Eso por no mirar al GPS, así que tras varias vueltas conseguimos llegar. Finaliza otro gran día, pero hoy parece que nos hemos cansado un poco más de lo habitual.

1 jun 2014

Peña Isasa

La previsión del tiempo en el Baztan era de bastante lluvia. Así, como ya es habitual, hemos buscado otra zona a la que desplazarnos. Lo importante no es qué monte subiremos, lo importante es el rato que pasamos juntos. ¿El objetivo? Disfrutar.


En la zona de Arnedo la probabilidad de lluvia era baja, así que Peña Isasa ha sido la elección. Para ello hemos dejado el coche en el área recreativa del abandonado pueblo de Turruncun.



Entre nubes y claros hemos ido ascendiendo por una ancha pista que hemos abandonado a ratos para seguir atajos entre los pinos.  La marcha se nos ha ido haciendo muy amena y sin prácticamente darnos cuenta nos hemos situado a escasos metros de la cima. Un pequeño esfuerzo y nos plantamos arriba. Una antena y dos buzones la coronan.  El último tramo de ascensión ha estado presidido por la niebla, aunque en la cima ha despejado un par de minutos para dejarnos contemplar las vistas.



Tras volver a bajar un poco hemos comido una fruta para continuar con una marcha poco definida. Divisamos el cordal para ver donde tenemos un cortafuegos por el cual enlazar con la pista que nos lleve al coche. Así que como el tiempo va mejorando nos animamos a seguir el cordal durante un buen rato. De esta manera hemos pasado por las cimas de Cabezuela, Navalillo y Peña Gorda. Tras esta última cima hemos seguido un difuso sendero que nos ha obligado a pasar una alambrada y nos ha hecho hacer un poco campo a través entre pinos. Eso si de manera sencilla y que rápidamente nos ha situado en la pista. En menos de un kilómetros hemos llegado al área recreativa donde hemos almorzado.


Sentíamos curiosidad por ver el pueblo abandonado, así que hemos decidido visitar su iglesia y algunas casas, eso si, todas semiderruidas. Además hemos visitado alguna de las múltiples cuevas cavadas a pico y pala en la roca arenisca. En ellas podemos observar los lagares donde pisarían la uva y los depósitos en los que fermentaría el mosto para convertirse en vino.



Ya en el coche Arnedo nos queda cerca. Buen sitio para tomar algo antes de la vuelta a casa y comentar lo que hemos disfrutado.