23 feb 2014

Sollube - Infantil


   Ya ha comenzado el "El reto de Txuffi". Sollube era la primera de estas cinco salidas que tenemos para lograrlo, y el día ha respondido. Para esta primera salida han sido 22 los valientes que se han animado, y junto con ellos 27 adultos.


   Con un poco de retraso por confusión del organizador, comenzamos la ruta desde el barrio de Ikesta. La pista llanea en sus primeros tramos a través de un GR. Pronto lo abandonamos aunque seguimos una ancha y cómoda pista. Primero entre bosque y más tarde entre prados la pista va ascendiendo. Vuelta y revuelta nos van haciendo ganar altura. El día es espléndido y las vistas muy amplias. Aprovechando la situación paramos en una de las curvas para que los peques beban un poco. Desde esta curva podemos divisar las cinco cumbres de nuestro objetivo, lo que nos da una visión de como estas cubren el territorio de Vizcaya.


   Abandonamos un momento la pista para, tras pasar una valla, situarnos en la cima secundaria de Irungana. Una amplia cima herbosa con los restos caídos de un pluviómetro. Una foto con todos juntos y a por la cima de Sollube.


   De vuelta en la pista y tras poco más de dos doscientos metros cruzamos la carretera. Subimos por la ladera en dirección a las antenas y rodeando su vallado llegamos junto al buzón. Este se encuentra unos metros por debajo del punto más alto ya que el recinto de los repetidores está totalmente cerrado.

   Desde aquí otra gran vista, ya que divisamos la mayor parte de la costa vasca.

   Hacemos el amaiketako antes de comenzar a descender. Repuestas las fuerzas comenzamos a bajar y pronto encontramos un asador con cuatro mesas. Junto a ellas la imagen de un bocinero donde poner nuestra cara. No solo estaba el agujero para la cara, otro algo más abajo hizo las delicias de los chicos. Pocos fueron los que salieron en la foto sin un dedo en la zona inferior.


El trayecto de bajada es más corto que el de subida, pero la pendiente es más fuerte. Este es principal motivo de haber hecho el recorrido en este sentido. Casi sin enterarnos llegamos a los coches.

Una parte del grupo continuamos la jornada comiendo bajo el pórtico de la iglesia de Arrieta. Después es el momento de sacar balones y canasta. Los adultos nos tomamos un merecido café al sol de una fabulosa tarde.


Desde Bidelagun damos la bienvenida a Oier, Mikel, Aimar, Lorena, Mª Jesús, Haritz, Iñaki, Alicia y Haizea. Además agradecemos a todos los participantes el buen ambiente creado en el grupo.

19 feb 2014

Arrola y Arranoaitz

   La previsión del tiempo decía que llovería a partir de las dos de la tarde. Por ello, tras juntarnos en Bolueta, partimos hacia Legazpi para dejar el coche en el pantano de Urtatza.


   Desde aquí tras cruzar a la otra margen del pantano comenzamos a ascender poco a poco. El camino combina llanos con algún fuerte repecho, así que poco a poco alcanzamos la primera cima: Gorostiaga. La última cuesta hace mella en las piernas. Un gran antena repetidora afea esta cima coronada por una gran cruz, ermita y refugio. Unos pocos frutos secos y a continuar.


   Debemos  destacar la bonita vista del Cervino vasco, y es que el Txindoki emerge como una gran pirámide señalando el inicio de la sierra de Aralar. Además tenemos a un paso las sierras de Aloña y Aizkorri, que parece que llegamos a tocar con la yema de los dedos.

   Comenzamos a bajar por un sendero entre hayas y siguiendo el GR3-4.1. Algún que otro andamio nos indican que estamos en zona de pase de paloma.  Abandonamos el GR durante unos metros para hacer la cima de Jentiletxe. El sendero nos vuelve a poner nuevamente en el GR y rápidamente llegamos a la cima de Oregi.

   El paseo está resultando agradable. Con pequeños sube y baja que no representa gran esfuerzo vamos recorriendo parte de la sierra de Satui.

   Llega el momento importante y es que estamos en la cima de Arranoaitz. Toca el momento de decidir si nos acercamos a las cimas de Korosomuño y Landarraitz. Bajo nuestros pies vemos una larga y pronunciada pendiente que debemos bajar, pero que también deberíamos volver a subir. Así que sometemos a votación si hacer esas dos cimas o finalizar la circular. La lógica se impone y decidimos no arriesgar. La previsión es que llueva a partir de las dos de la tarde y no tenemos ganas de mojarnos. Disfrutamos un rato de las vista que nos ofrece esta cima.


   Al fondo vemos una parte del Udalaitz, ya que las nubes nos tapan su cima. Una pena, tampoco podemos contemplar el criterio del Anboto.

   Sin perder las vistas, la pista nos lleva hasta Arrola, la última cima del día. Desde aquí ya solo nos quedará descender hasta el pantano. Lo hacemos en un primer momento entre hayas y varias bordas de ganado, que van dando paso a una zona final entre pinos. Ya se ve el pantano y junto a el los coches. Once kilómetros de recorrido nos han servido para pasar una agradable mañana.


   Destacaremos la paciencia de AKI, y es que tiene que ser duro aguantar a un grupito de bilbainitos crecidos.