23 ene 2018

Valdecebollas

Hoy se nos ha abierto una ventana de buen tiempo entre tantas alertas de viento, nieve etc. Esta era una salida a la que tenía muchas ganas, ya que en estas fechas puede ser una buena zona para disfrutar de las raquetas o de los crampones.

Sabíamos que mucha nieve no nos íbamos a encontrar así que dejamos las raquetas en casa y solo llevamos los crampones y pilolets. Al llegar a Brañosera la temperatura es de -2ºC aunque el cielo está completamente despejado. Tras un café tomamos dirección al refugio de Golobar. Unas señales de carretera cortada nos hacen dudar y por si acaso dejamos el coche en el parking de La Collada.


Nos calzamos las botas y comenzamos a subir fuerte. Frente a nosotros y a la par de la valla se aprecia un sendero que nos llevará hacia Peña Rubia. La pendiente y el sol directo hacen que entremos rápido en calor a pesar del frío. En los últimos metros y para acceder al cordal debemos ponernos los crampones para unos metros. Curiosamente la poca nieve que encontramos por aquí esta en la ladera sur, ya que parece que el viento ha limpiado la cara norte.


Pasamos por la cima de Peña Rubia, aunque no nos detenemos en ella dada su escasa importancia. Desde aquí ya vemos toda la zona de Alto Campoo y sus cimas; Tres Mares, Cuchillón, Bóveda.....


El recorrido va resultando muy cómodo con un pequeño sube y baja, hasta encontrarnos con el repecho de Peña Sestil. Estos vuelven a ser unos metros que nos hacen sudar un poco.


Tras bajar hasta el collado que se une con el camino que viene de Golobar, decidimos seguir subiendo fuerte para pasar por Sestil Alto. Desde aquí ya divisamos perfectamente Valdecebollas, nuestro objetivo.

Llegando al torreón y vértice de la cima nos topamos con un buzón, que curiosamente está un buen puñado de metros antes. Este buzón tiene una placa en recuerdo a un montañero. 


En nada llegamos al Torreón y desde aquí ya las vistas son magnificas, la montaña palentina, Picos y la sierra de Peña Labra. Así que con estas vistas y con el calorcito que nos da el sol directo decidimos comer aquí.


Nos tienta la idea de seguir hasta la fuente del cobre y ver el nacimiento del Pisuerga. Pero según nos indican dos vallisoletanos con los que nos cruzamos en la cima tenemos una tirada. Una de las botas de Josu tiene la suela medio despegada y además si se nos complica algo llegaríamos al coche sin luz. Por tanto la mejor decisión es dejarlo para otro día.


Volvemos sobre nuestros pasos pero bordeando Sestil Alto para después bajar directos al refugio de Golobar. Desde aquí casi cuatro kilómetros por carretera hasta el coche.

Otro estupendo día en el que desde Bidelagun damos la bienvenida a Carlos que ha debutado con nosotros. También nos ha acompañado Fernando que hacia tiempo no estaba con nosotros.

Fotos aqui