Hoy nos tocaba rematar la jugada. Aunque parezca que le hemos dado al palo lo hemos celebrado como si fuese gol. No hemos conseguido hacer la cima del Anboto, pero sí todo el cresterío desde Larrano hasta el cruce con su ruta más clásica.
La previsión era de agua hasta las once de la mañana, pero nos hemos encontrado con que no llovía aunque soplaba algo de aire.
Comenzamos a subir hacia Urkiolagirre. Es todo un espectáculo desviar la vista a nuestra izquierda para ver toda la cresta de Anboto desde Alluitz y la gran diagonal del Untillatz.
La ladera herbosa nos pone enseguida en la cima, sin apenas esfuerzo. Tras un par de fotos bajamos hacia las campas del Pol-pol y de aquí directos al collado de Larrano. desde aquí vamos a intentar realizar parte el cresterío hasta Anboto.
Un sendero exigente nos pone al pie de la roca. El primer objetivo ha sido Kurutzeta (1214 m.), que no ha representado ninguna complicación.
Tampoco la ha supuesto la cima de Elgoin (1243 m.), la siguiente cima de nuestra cresta. Sopla un viento ligero, pero no supone riesgo para nuestro objetivo. El sube y baja por la roca va siendo cada vez más exigente y en los alrededores de Saintzen Puntie (1247 m.) ya toca extremar la precaución. No es que represente gran riesgo el tramo, pero algunos tomamos más precauciones en función de nuestras habilidades.
Justo en el momento en el que enlazamos con el camino de la subida clásica a través del hayedo, comienza a llover. Las gotas son gordas y el tramo final de Anboto patina incluso en seco. Así que mayoritariamente decidimos abandonar el intento.
A mitad del hayedo la lluvía ha parado y nos surge la duda, aunque finalmente decidimos seguir bajando. Ya en la pista avivamos el ritmo hasta llegar a la fuente de hierro en el Pol-pol. Tras probar su agua de fuerte sabor a este mineral regresamos hasta el santuario.
Unos huevos con chorizo en el bar y a tomar café a Mañaria. De esta forma hemos dado por finalizadas las rutas de montaña con nuestras amigas.
La verdad es que hemos disfrutado mucho estos días. Os queríamos dar las gracias a los participantes en estas salidas en nombre de Sixta, Anabel y Cris además de en el de Bidelagun. Hemos disfrutado de muy buenos momentos. Gracias.
Justo en el momento en el que enlazamos con el camino de la subida clásica a través del hayedo, comienza a llover. Las gotas son gordas y el tramo final de Anboto patina incluso en seco. Así que mayoritariamente decidimos abandonar el intento.
A mitad del hayedo la lluvía ha parado y nos surge la duda, aunque finalmente decidimos seguir bajando. Ya en la pista avivamos el ritmo hasta llegar a la fuente de hierro en el Pol-pol. Tras probar su agua de fuerte sabor a este mineral regresamos hasta el santuario.
Unos huevos con chorizo en el bar y a tomar café a Mañaria. De esta forma hemos dado por finalizadas las rutas de montaña con nuestras amigas.
La verdad es que hemos disfrutado mucho estos días. Os queríamos dar las gracias a los participantes en estas salidas en nombre de Sixta, Anabel y Cris además de en el de Bidelagun. Hemos disfrutado de muy buenos momentos. Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario