30 nov 2017

Ipizte, día del recuerdo

La previsión de tiempo no es buena, incluso tenemos alerta amarilla por nieve para hoy. Esto no ha sido ningún impedimento para que el grupo se anime a subir a visitarte.


Esto demuestra que aquel huerto que con tanto mimo y cariño  plantamos hace ya algunos años juntos, sigue dando sus frutos. Y además cada año sumamos algún nuevo producto.


En muchas ocasiones no somos conscientes de lo que tenemos hasta que lo perdemos. Creo que tu falta nos ha hecho darnos cuenta de eso y que por ello debemos aprovechar cada momento que compartimos.


Por ello hemos convertido el 30 de noviembre en el día del recuerdo, del recuerdo en que no hay nada más grande que la amistad. Y de que por muy fuerte que sea el temporal, nuestras raíces están tan arraigadas a esta amistad que nada conseguirá tumbar.


En cuanto a la ruta ya hemos hecho un clásico la subida desde Arrazola. Hoy tenia un color especial y es que el agua de estos días, la presencia de nieve en la zona alta han resaltado toda las virtudes de esta preciosa ruta.


Cascadas llenas de agua, el marrón intenso de las hojas en el suelo y ese aire misterioso de esa suave niebla que hemos tenido algún ratito...


Para finalizar nada mejor que juntarnos a comer en el Bar Tope, un sitio para estar como en casa. Hoy han sido unas alubias y para el año que viene tal vez ¿menestra?.



20 nov 2017

Armañón y Los Jorrios

Hoy hemos calculado mal el café, al llegar a Trucios no tenemos nada abierto. Ni siquiera hay donde comprar pan. Por suerte en el barrio de Cueto nos encontramos con el panadero que nos soluciona el tema del bocadillo.


El cielo está despejado, pero la mañana es fresca. Se nota sobre todo durante el primer tramo de la marcha, ya que caminamos entre árboles. El camino esta correctamente indicado y se realiza por pista durante el primer tramo.


Llegamos a un punto donde el camino toma varias direcciones. Nosotros decidimos subir en linea recta y directos a Armañón, nuestra primera cima. Desde aquí podemos observar un buen puñado de cimas que ya tenemos en el zurrón. Entre ellas la Peña del Moro, Esa en la que Amaia hace poco más de un año tuvo la lesión de rodilla, de la que por suerte ya hace algún tiempo que está totalmente recuperada.


El cordal herboso nos llevará hasta el collado próximo a Los Jorrios. Es importante ir mirando la valla a nuestra derecha para ver la zona de paso. El paso bueno está antes de comenzar a bajar bruscamente la ladera. Aunque en ese punto también encontramos un paso, la alambrada podría provocar con facilidad el enganchón de alguna de nuestras prendas.


Ya en el collado seguimos las marcas rojas y algunos hitos que nos llevan hasta la cima de Los Jorrios.


Para bajar seguiremos el ancho camino que nos llevará hasta un canal, el cual nos dejará junto al cruce de caminos que nos ha llevado anteriormente hasta Armañón.


Para la vuelta, desde este punto, optamos por bajar por el barranco de Pando.  El primer tramo no tiene pérdida, pero al llegar a una cascada el sendero deja de estar tan claro. Seguimos el primero y más claro de ellos, pero  desemboca en una pista que parece alejarnos de nuestros próximos objetivos. Vuelta a la cascada y seguimos otro sendero que se encuentra bastante cerrado y que en algunos puntos únicamente se intuye.


Tras un rato de trayecto bastante desagradable por lo cerrado y poco evidente del camino, llegamos a otro más amplio. En una pequeña vaguada nos encontramos con un Renault 6 integrado en el paisaje. El camino ya es muy claro  y nos va a llevar hasta una mina de cuarzo que podemos ver desde la zona alta.


Queda poco para llegar al coche, así que decidimos esperar a llegar para comer en el pórtico de la iglesia de Cueto.


Koldo, creo que te habrás dado cuenta de que no sirve de nada preguntarme si pantalón largo o corto😜, siempre te lo digo al revés.

17 sept 2017

Sierra Nevada

El lunes lo hemos aprovechado para realizar el viaje y una pequeña visita a Pampaneira y a Capileira. Posteriormente nos alojamos en el hotel La Alfajía de Antonio y cenamos en el bar El Tinao.
 
Para nuestro primer día tenemos como objetivo La Acazaba. En el autobús de Altas Cumbres subimos hasta el Alto del Chorrillo donde la pista deja de ser transitable a vehículos autorizados. Una pista que aunque parezca mentira fue la carretera que unía el norte de la provincia con los pueblos de la Alpujarra. El sol desde primera hora ya nos promete una jornada calurosa. Nosotros en vez de seguir por la pista, comenzamos a caminar por el sendero de la derecha, que en este primer tramo coincide con la subida clásica al Multasen.


Tras una media hora de caminar nos desviamos hacia las Siete Lagunas, donde llegaremos tras atravesar un amplio barranco. Para seguir con la ascensión pasamos de largo la Laguna Hondera y por la Loma Culo Perro accedemos hasta la cima secundaria del Peñón del Globo. La cima nos ofrece estupendas vistas sobre Mulhacen y de la Alcazaba, a la cual llegaremos sin mayor complicación desde este punto. 


No hace nada de viento, por lo que la cima de la Alcazaba es el sitio perfecto para comer y deleitarnos con sus vistas. La bajada la realizaremos por el Colaero hasta la Laguna Hondera, y a partir de este punto por el mismo camino de subida.



El segundo día nos toca el techo de la península. Desde el mismo punto del día anterior partimos en lo que será una corta ascensión pero sin prácticamente descanso. Hoy no tomaremos ningún desvío y seguiremos de frente hasta la cima del Mulhacen Sur. 


En este punto hacemos una pequeña parada para realizar unas cuantas fotos de toda la sierra. A lo lejos ya vemos nuestra cima principal, la cual no supone mayor esfuerzo que el que pueda provocar la altitud, aunque parece que no está afectando al grupo. 



Llegamos a la cima del Mulhacen, el techo de la península. Aquí se nos va de las manos el asunto de las fotos. Todos queremos la nuestra de recuerdo, además de la del grupo. Nos pasamos un buen rato en la cima disfrutando del momento. De todas formas el día vuelve a ser perfecto, estos dos días hemos estado en manga corta durante toda la jornada. 





Para bajar optamos por la fuerte pendiente que nos lleva hasta el refugio y la laguna de La Caldera. El refugio está muy limpio, lo cual es de agradecer sobre todos por quienes optan por pernoctar en él. Tras comer en el refugio cogemos la pista que nos llevará hasta el Alto del Chorrillo. Quién diría que no hace tantos años por aquí circulaban vehículos.




Ya en Capileira toca trasladarnos a Granada donde nos alojaremos las tres próximas noches. 
 
Tercer día y cambiamos a la vertiente norte de la sierra. Desde la Hoya de la Mora comenzamos a subir siendo nuestro primer punto de parada la Virgen de las Nieves. 



Seguiremos subiendo hasta las posiciones del Veleta donde tenemos los restos de unos puestos de vigilancia de la guerra civil. Con otro pequeño arreón llegamos a la cima. A pesar de remontes y pistas la ascensión ha resultado gratificante. 



Se nota que estamos en la cara norte, ya que hoy el viento sí que ha hecho que en algunos momentos hayamos tenido que ponernos el cortavientos. Bajamos hasta el refugio-vivac de la Carihuela. Tras comer un poco en este punto,  el grupo se divide en dos. 



Unos para volver prácticamente por el mismo camino, la otra parte del grupo continuará con el objetivo del Cerro de los Machos. Llegados al paso de los guías el cual está equipado con una cadena, se toma la decisión de volver a la pista para salvar este paso. 



Un poco más de vuelta, pero también más tranquilidad. Una corta pero dura subida deja al grupo en el vértice del cerro de los Machos. La bajada se realiza por el Corral del Veleta  que tiene una gran pendiente, complicada por las piedras sueltas. Pasando bajo los tajos del Veleta se ve lo que quiso ser el túnel de la línea ferroviaria que uniría Granada y Almería. Ahora por el Veredón Superior y salvando un fuerte desnivel en pocos metros se llega a las Posiciones del Veleta. Desde este punto el resto del descenso se realiza por el camino de subida.



Para acabar la jornada nos enfundamos nuestras camisetas del Athletic y nos vamos de tapeo con el objetivo de ver el partido de Europa Leage. Por el camino nos cruzamos con Francisco, un chaval de Ubeda y gran seguidor del Athletic. Emociona oírle hablar de su Athletic, esta gente tiene verdadero mérito.



El cuarto día no tocamos Sierra Nervada, nos quedaremos en la Sierra de Hijar. Esta sierra antecede a la de Sierra Nevada desde Granada. Desde La Zubia, en el parking del mirador de la Esparterana dejamos el coche. 



Nosotros cogeremos el sendero balizado como PR-A21 y por él accedemos a la cuerda del Trevenque. Desde aquí y viéndolo siempre frente a nosotros nos vamos aproximando a nuestro objetivo. Lo que más nos llama la atención es el cambio de paisaje con respecto a Sierra Nevada. Esta es una zona donde dominan las rocas calizo-dolomíticas que son muy fácilmente erosionables, de ahí las agujas de piedra y las zonas de arenales que encontramos en nuestro camino. El sendero es precioso pero de exigente subida. 



Tras un giro a la izquierda entre un bloque de piedras, llegamos a un collado desde el cual atacaremos la cima. Las vistas desde aquí son espectaculares del Cerro del Caballo, Veleta, etc. Tras realizar algún pequeño apoyo llegamos a la cima de Trevenque, el rey de la media montaña granadina.



De vuelta al collado bajamos por un empinado sendero junto a unas torrenteras. Hay que prestar atención ya que la arena y grava pueden hacernos resbalar en algún momento. Posteriormente enlazaremos con una pista entre pinos, que en un primer momento nos dejará en la casa forestal de La Cortijuela. 



En ella hay unas mesas donde pararemos a comer un poco. Posteriormente seguiremos la pista que tras pasar por el puente de los siete ojos nos llevara hasta el parking donde dejamos el coche.
La ruta de hoy nos permite finalizar a buena hora y aprovechar la tarde noche para visitar el Albaicín y contemplar La Alhambra al atardecer.
La mañana del sábado la dedicamos a visitar La Alhambra. Un paseo por los jardines, la Alcazaba y el Generalife ponen punto y final a nuestro viaje. A mediodía comenzamos el viaje de vuelta.



La salida ha resultado espectacular, el ambiente como suele ocurrir siempre ha sido fabuloso y además tanto el tiempo como las rutas han cubierto las expectativas.

Desde Bidelagun damos la bienvenida a Juanma que ha debutad a lo grande con nosotros. Esperamos seguir contando contigo. 


Fotos aquí




15 jun 2017

Zegama Aizkorri

Otro año más hemos incluido esta salida en nuestro calendario, pero se nos está resistiendo.

Este año la previsión dice que tendremos lluvia fina por la mañana y que el día abrirá a mediodía. A la hora de partir el pronostico es correcto y con algo de niebla partimos a Zegama. Nos reunimos con Izaskun y vamos hasta el apeadero de Zegama para comenzar la marcha.


La niebla sigue dejando escapar algo de agua pero con la esperanza de que levante el día partimos. El camino será por una pista ancha hasta la ermita de Santi Spiritu. Este es el primer objetivo que nos hemos marcado. Desde allí decidiremos que hacer.


El camino transcurre prácticamente en su mayoría entre pinos y hayas. Por momentos nos encontramos con rincones de gran encanto, los cuales son acentuados por ese aire misterioso que provoca la niebla.


Ya en la ermita de Santi Spirit toca decidir que hacer. El día no ha mejorado nada, por lo que será mejor dejar Aizkorri y su cresterío para otro día. Como estamos muy cerca del túnel de San Adrian decidimos continuar hasta él. Junto a su ermita comemos un poco de fruta y vuelta por el mismo camino de la ida.

Son las dos y ya estamos en el coche, pero aun así hemos hecho unos veinte kilómetros. Volvemos hasta Zegama y buscamos sitio para comer un menú.


Hoy no hemos conseguido nuestro objetivo montañero. Lo realmente importante en este grupo es el rato que pasamos juntos, así que el objetivo está cumplido. El camino al Aizkorri desde Zegama seguirá ahí y tendremos ocasión de volver.

Desde Bidelagun damos la bienvenida a Izaskun, que por cosas del destino tiene el mismo nombre que la cuñada de Nora.

Fotos aquí

11 jun 2017

Txindoki infantil

Partimos de Bilbao a las 8 de la mañana para llegar a Larraitz sobre las 9:30.  El objetivo es el Cervino, pero el vasco. El Txindoki es conocido también de esta manera por su parecido con ese otro clásico de los Alpes. Es una preciosa montaña que no debe faltar en el listado de ningún aficionado.

Suponemos que iremos como en procesión y es que el parking está bastante lleno de coches. Comenzamos a caminar y pasamos la valla al final del parking. Durante casi el primer kilómetro el trayecto transcurre por una cómoda pista. Luego un desvío a la izquierda, nos hará atajar la pista y ya subiremos por un sendero un poco mas incómodo a tramos debido a las piedras que asoman. 

El recorrido no tiene pérdida ya que está balizado como PR, con lo que con seguir las marcas blancas y amarillas llegaremos a la cima.

El camino continúa ascendiendo sin demasiada pendiente. Durante un pequeño tramo el pinar de uno de los lados del camino nos da un poco de sombra. Justo al acabar el pinar ya divisamos a nuestra derecha el Ausa Gaztelu. Una bonita cima que ya visitamos el año pasado los mayores.


El día había amanecido con bruma pero a estas horas el sol ya está apretando sobre nuestras cabezas. La fuente del río Oria nos sirve para refrescarnos un poco. Unos metros después de la fuente volveremos a pasar otra valla para hacer un par de zetas por una pendiente que va creciendo poco a poco.


Como bien suponíamos hoy tendríamos muchos compañeros de viaje y así ha sido. El goteo de gente con la que nos hemos cruzado ha sido constante. De hecho la subida la hemos realizado casi a la par de un numeroso grupo de padres y madres y gran cantidad de valientes, que como los nuestros, no daban tregua.

Tras una nueva valla ya empezamos a tener grandes campas en las laderas muy próximas ya a las  bordas de Zirigarate. El camino sigue subiendo sin ninguna dificultad hasta el collado de Egurral.


Estamos ya muy cerca de la cumbre y ahora si que tenemos que emplearnos a fondo. El camino ya pica con fuerza hacia arriba y la piedra que sobresale en algunos puntos nos hace tener que mirar más donde pisamos. 

Ya en la cima casi tenemos que sacar ticket para hacernos la foto. La verdad es que si bien las vistas eran preciosas hacia cualquier lado, la estancia en la cumbre se ha hecho molesta debido a la gran cantidad de insectos que había en ella.


Finalmente volvemos por el mismo camino y es que nos están esperando muy cerca de las bordas de Zirigarate para comer a la sombra de un par de árboles.


Un refresco en Larraitz pone fin a otro fantástico día de monte. Nos llevamos para casa uno de los clásicos de nuestra geografía.
Fotos aqui