18 may 2014

Cueva de Los Cristinos - Infantil

Para no madrugar tanto retrasamos la hora de la salida en media hora. Así a las 8:30 nos montamos en el autobús con la con la ilusión de lo que nos esperaba por delante.
Nos han retrasado un poco la hora de visita a la cueva, por lo que hacemos una parada en el camping de Urbasa. Un café y los niños a jugar un poco. El autobús nos adentra por la pista que atraviesa Urbasa hasta la proximidad de la cueva. Un breve paseo entra hayas y llegamos a su entrada. Como el grupo que nos antecede se ha retrasado, nos toca esperar.

Nos dividimos en dos grupos y los primeros ya se están equipando con los cascos y frontales para acceder a la cueva. La entrada es por una pequeña grieta, una sima en la que los pastores y carboneros acabaron labrando unos escalones para entrar a por agua. Como esos escalones están ya muy deteriorados, Tomás ha equipado la entrada con una cuerda para ayudarnos.
El agua que filtra el terreno kárstico, que tenemos sobre nuestras cabezas, arrastra las arenas y arcillas de la zona inferior. Así se forman estas cavidades. En la cavidad de la entrada vemos cómo surge una regata entre la roca.

Por unas escaleras y una pequeña puerta nos vamos adentrando en la cueva. En esta zona hay que agachar la cabeza, ya que es poca la altura en este tramo. Enseguida podemos incorporarnos y  pasamos a la sala del lago. Las columnas, las formaciones del techo y el lago hacen que esta sala nos resulte espectacular. Además Tomás nos invita a descubrir donde tenemos una fuente dentro de la propia cavidad. Los peques enseguida la encuentran.

Acabamos la visita con bastante retraso según la idea prevista. Por tanto pasamos de largo el bosque encantado y llegamos a la ermita de San Benito. Aquí damos cuenta del almuerzo y nos tomamos un descanso al sol. Los más inquietos decidimos darnos ahora la vuelta por el bosque y contemplar las formas de roca y musgo.
Recuperamos las mochilas y al resto del grupo y en nada nos plantamos en Larraona. Urbasa Aventura tiene aquí montado un pequeño parque con tirolinas, puentes tibetanos y roca. Así que vamos a por los arneses y cascos y a disfrutar otro rato.


Son las siete y ya nos estamos montando en el autobús. Los mayores nos adormilamos en los asientos y los pequeños disfrutan de la película.
Como no podía ser de otra manera Javi nos recuerda esa célebre frase: “vaya días nos regala Bidelagun”.   

Desde Bidelagun damos la bienvenida a Ane, Maddi, Iluntze, Naia, Sare, Itxaso, Gontzal, Isa, Susana y Alberto

No hay comentarios: