Ya hace algún tiempo que Joseba comentó, tras ver unas
fotos, que le apetecería ir a La Pedriza. Tras esta propuesta tratamos de
diseñar una salida corta pero que nos diese una idea de la sierra de Guadarrama
y alrededores.
El martes salimos muy prontito desde Bilbao. Nuestro
objetivo era llegar al parking de El Tranco en Manzanares del Real sobre las 10
a.m. Cumplido el horario nos preparamos y comenzamos a caminar poco después de
las 10:15. El sendero, que está balizado,
es estrecho y se mezcla con la piedra en estos primeros pasos.
El día ha amanecido perfecto, el cielo es completamente azul
y con algunas nubes altas. Esto, unido a
los curiosos apilamientos de bloques de gratino cual juego de tetris, hace que
estemos disfrutando de las vistas más que nunca. El tiempo de marcha se nos
está alargando más de lo previsto y es que son muchas paradas para recrearnos y
para hacer fotos de los paisajes. Al fondo llegamos a ver todo Madrid con las
torres Kio a su entrada.
Nos vamos acercando poco a poco al Yelmo y la cara que
tenemos junto a nosotros impresiona. En ella podemos ver varias vías de
escalada equipadas. Nosotros continuamos un poco más adelante para intentarlo
por la chimenea, la zona más asequible sin equipo de escalada. Antes de llegar
a ella nos cruzamos con un gran grupo de cabras montés que ante nuestra
presencia deciden cambiar de sitio.
Empezamos a subir la chimenea no sin cierta dificultad. A
los primeros nos cuesta encontrar los apoyos para salvar el primer tramo. Luego
la cosa resulta un poco más fácil, Joseba ha colocado un cordino y con una
cuerda de 10 metros. Ahora tirando de brazo con la cuerda la tarea resulta algo
menos dificultosa. El resto de chimenea no tiene problemas y en nada nos
plantamos en la cima. Que satisfacción la de conquistar esta cima. Ahora a
recrearnos con las vistas.
El descenso se realiza por el mismo punto y con la cuerda la
bajada del peor tramo de la chimenea se hace mucho más fácil. Aquí recuperamos
las mochilas y en la gran explanada de piedra paramos a comer.
Toca volver al sendero balizado para seguir dando la vuelta
al parque. Durante un rato seguimos entre los grandes bloques de granito, pero
al cambiar de vertiente nos metemos en un bosque que nos cambia totalmente el
paisaje. Una vez que llegamos al refugio de Giner de los Ríos y siguiendo el
cauce del río llegamos hasta la zona de Canto Cochino. Esta es otra de las
zonas de acceso al parque.
Nosotros siguiendo las marcas amarillas y blancas retornamos
hasta El Tranco. Aquí aprovechamos para refrescar un poco los pies en el río,
antes de tomarnos un refrigerio en el bar.
La jornada se ha alargado seguramente más de lo necesario
para la distancia recorrida, pero se trata de disfrutar y lo hemos hecho. Ahora
toca ir hasta Cercedilla para alojarnos en el Hostal El Aribel. Repartimos las
habitaciones y nos damos una ducha rápida antes de dar una vuelta por el
pueblo. Sin entretenernos mucho, mañana volveremos a madrugar, tomamos una caña
y cenamos.
Volvemos a amanecer pronto. La chocolatería del pueblo es el
primer sitio que abre. Allí tomamos el típico desayuno madrileño de café y
porra. Hoy nuestro objetivo será Peñalara subiendo por las Hermanas y volviendo
por las lagunas.
Comenzamos desde el puerto de Cotos y al llegar a la altura
del centro de interpretación nos toman los datos del grupo. Según nos dicen
quieren saber cuál es el impacto de los grupos en el parque.
Todo por la pista llegamos hasta la Hermana Menor. Los
senderos que atajan el recorrido están señalizados con una prohibición para su
recuperación. Desde la cima podemos ver un mar de nubes sobre la vertiente
segoviana. Aunque poco a poco a medida que avanzamos hacia Peñalara se va
aclarando la zona.
Pasamos por la cima de la Hermana Mayor, para acabar
coronando la cima de Peñalara. Estamos en la cima más alta de las provincias de
Madrid y Segovia tras una ruta sencilla sin ninguna complicación técnica. A
partir de aquí tendremos un tramo un poco más complicado en la zona del Risco
de Los Claveles.
Tras un pequeño descenso tenemos dos opciones; bajar un poco
por nuestra izquierda (vertiente segoviana) y bordear todo el risco o continuar
por su cresta. Optamos por ir por toda la cresta y salvo algún pequeño apoyo no
representa ninguna dificultad para quienes estamos acostumbrados a
desenvolvernos en la montaña. La bajada del risco también requiere cierta atención
por lo irregular del terreno para evitar alguna mala pisada sobre todo. Frente
a nosotros el risco de Los Pájaros al que accedemos rápidamente y donde
decidimos parar a comer.
Tras la comida descendemos en un momento hasta la laguna de
Los Pájaros desde donde tenemos una buena perspectiva de Peñalara y toda su
cresta. Ahora siguiendo el camino vamos pasando junto a varias de las lagunas
de Peñalara. Eso sí, sin salir del sendero, ya que las normas del parque así lo
indican. La zona final resulta agradable y es que el bosque nos protege un poco
del sol, que a estas horas ya aprieta. Llegamos a los coches sobre la hora
prevista y el viaje de regreso lo haremos a buena hora.
Ha sido una escapada rápida, que nos ha requerido un gran
madrugón el primer día. Madrugar así cuesta un poco menos y nos vamos con una
gran sensación. Hemos conocido unos paisajes diferentes a los que estamos
acostumbrados y hemos alcanzado otras dos cimas significativas.
Ya estamos pensando en la próxima gorda, en septiembre a
Gredos. Nos vemos en ella.
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