A las 6:45 nos encontramos en la gasolinera de la autopista
en Arrigorriaga. Nos conviene madrugar. Tenemos unas dos horas de viaje hasta el
monasterio de Valvanera en La Rioja y además hoy el calor va a apretar.
En Nájera hemos hecho una pequeña parada para tomar café y
comprar pan. Son las 9:10 de la mañana y comenzamos a caminar. De momento la
marcha la realizaremos siguiendo el GR. El primer tramo es un estrecho sendero que
se encuentra algo cerrado por la vegetación. Enseguida el camino desemboca en
una pista, donde el sol aprieta sobre nuestras cabezas.
La subida viene siendo muy cómoda hasta que nos encontramos
un nuevo desvío. El GR continúa ahora por un sendero entre árboles y con una
fuerte pendiente. Y así será durante un buen rato. El desnivel total es de más
de mil metros y se tiene que notar.
Salimos del bosque y el camino nos lleva a una pista que
sigue todo el cordal de los Pancrudos. Todavía estamos casi quinientos metros
por debajo de nuestro objetivo y ahora llaneamos durante un rato. Unos metros
más adelante nos salimos de la pista girando a nuestra izquierda. Este tramo
final se vuelve a endurecer y mucho, además el sendero en muchos tramos se
difumina entre el brezo.
Como consuelo nos queda que ahora corre un poco de
aire que hace más agradable la marcha. Así llegamos hasta la primera y más alta
de las cimas de Pancrudo. El día nos permite divisar con claridad muchas de las
cimas de La Demanda así como Urbión y la sierra de Cebollera.
Ahora seguiremos el cordal pasando por sus otras tres cimas.
La última de ellas también coronado por un buzón y un cairn. Tras esta última
comenzamos el descenso hasta un primer refugio el cual vemos que está cerrado.
Como ya tenemos ganas de comer, buscamos un sitio a la sombra en el bosque y
nos sentamos a comer. Vaya cuadrilla de montañeros que estamos hechos, andamos
casi todos con el tupper de ensalada. En otra época todo era embutido y tortilla.
Continuamos bajando un poco más y a la altura de un segundo
refugio tomamos la pista que iba siguiendo el cordal por debajo. Por ella
llegamos hasta enlazar con el punto por
el cual antes la hemos cogido, pero en sentido contrario. El resto del camino
ya es desandar el primer tramo de esta
mañana hasta llegar al monasterio nuevamente.
Al final nos han salido casi dieciocho kilómetros y mil
trecientos metros de desnivel. Pobre Alberto, parece que las rutas más duras
son cuando viene él. Te prometemos que la próxima suave y con jamada te avisamos.
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