20 nov 2017

Armañón y Los Jorrios

Hoy hemos calculado mal el café, al llegar a Trucios no tenemos nada abierto. Ni siquiera hay donde comprar pan. Por suerte en el barrio de Cueto nos encontramos con el panadero que nos soluciona el tema del bocadillo.


El cielo está despejado, pero la mañana es fresca. Se nota sobre todo durante el primer tramo de la marcha, ya que caminamos entre árboles. El camino esta correctamente indicado y se realiza por pista durante el primer tramo.


Llegamos a un punto donde el camino toma varias direcciones. Nosotros decidimos subir en linea recta y directos a Armañón, nuestra primera cima. Desde aquí podemos observar un buen puñado de cimas que ya tenemos en el zurrón. Entre ellas la Peña del Moro, Esa en la que Amaia hace poco más de un año tuvo la lesión de rodilla, de la que por suerte ya hace algún tiempo que está totalmente recuperada.


El cordal herboso nos llevará hasta el collado próximo a Los Jorrios. Es importante ir mirando la valla a nuestra derecha para ver la zona de paso. El paso bueno está antes de comenzar a bajar bruscamente la ladera. Aunque en ese punto también encontramos un paso, la alambrada podría provocar con facilidad el enganchón de alguna de nuestras prendas.


Ya en el collado seguimos las marcas rojas y algunos hitos que nos llevan hasta la cima de Los Jorrios.


Para bajar seguiremos el ancho camino que nos llevará hasta un canal, el cual nos dejará junto al cruce de caminos que nos ha llevado anteriormente hasta Armañón.


Para la vuelta, desde este punto, optamos por bajar por el barranco de Pando.  El primer tramo no tiene pérdida, pero al llegar a una cascada el sendero deja de estar tan claro. Seguimos el primero y más claro de ellos, pero  desemboca en una pista que parece alejarnos de nuestros próximos objetivos. Vuelta a la cascada y seguimos otro sendero que se encuentra bastante cerrado y que en algunos puntos únicamente se intuye.


Tras un rato de trayecto bastante desagradable por lo cerrado y poco evidente del camino, llegamos a otro más amplio. En una pequeña vaguada nos encontramos con un Renault 6 integrado en el paisaje. El camino ya es muy claro  y nos va a llevar hasta una mina de cuarzo que podemos ver desde la zona alta.


Queda poco para llegar al coche, así que decidimos esperar a llegar para comer en el pórtico de la iglesia de Cueto.


Koldo, creo que te habrás dado cuenta de que no sirve de nada preguntarme si pantalón largo o corto😜, siempre te lo digo al revés.

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