6 mar 2014

Canales de Dulla

Tras muchos días de no parar de llover llega la salida de Bidelagun. Hoy toca viaje  hasta Puentedey. Desde aquí vamos a comenzar la ruta de los canales de Dulla.

Nos calzamos las botas, dispuestos a disfrutar de un gran día.


Comenzamos la marcha por pista ancha y con algo de niebla. Justo antes de desviarnos del camino encontramos una laguna con un encanto especial. La niebla hace de este sitio un paraje misterioso. Un par de fotos y continuamos la marcha. Vamos ganando altura para alcanzar la meseta superior que nos llevará hasta la cima de Dula, cuando un pequeño arco iris se forma frente a nosotros. No se distinguen bien sus colores, pero no desaprovechamos la oportunidad de fotografiarlo.


Ya en la meseta superior solo es cuestión de seguir avanzando para llegar cómodamente hasta la cima de Dulla. Bonita la vista de todo su cañón, ahora si la niebla ha desaparecido y disfrutamos del momento.


Desde aquí y siguiendo el curso del arroyo, nos vamos adentrando en el canal de Dulla.  Los farallones rocosos a ambos lados se empiezan a mostrar majestuosos. 


Contamos con la ventaja de que, las lluvias recientes hacen que el cauce del arroyo sea generoso. Aunque esto nos implica cierta dificultad para vadearlos en las múltiples ocasiones que lo necesitamos.

Dejando ya el cauce a un lado llegamos hasta la localidad de Quintanilla de Valdebodres. Desde aquí el camino hasta Puentedey se realiza por carretera. A mitad de este recorrido encontramos el desvío que nos llevará a la cascada de la Mea.


Bonita cascada, que viene con gran cantidad de agua. El sitio lo merece y además es la hora, así que dejamos las mochilas en el suelo y nos sentamos a comer. El ruido del agua rompiendo sobre la roca nos hace disfrutar.

Desde la cascada ya solo nos queda 1,5 kilómetros por carretera para regresar a Puentedey. Un cafe en el pueblo y una parada en Villarcayo ponen fin a otro buen día de monte.


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