22 abr 2015

Urtemondo y Gantzorroz

Hoy nos tocaba Aramotz, lo que quiere decir que nos íbamos a encontrar con cimas de piedra. El día ofrecía alguna duda, así que poco después de las ocho comenzamos la marcha.

En Bernagoitia, aparcamos los coches para comenzar a caminar por una ancha pista. El viento sopla del sur y el bochorno es considerable. Llegados a la bifurcación que nos llevaría a Gantzorrotz comienzan a caer unas gotas gordas. Por miedo a que se adelante la lluvia decidimos seguir por la pista principal que nos lleva hasta Belatxiketa. De esta forma tendríamos refugio y evitaríamos los tramos de piedra. Por suerte solo han sido cuatro gotas.

Llegamos al collado de Belatxiketa y ascendemos a la cima. Desde aquí al ver como venían claros por el sur optamos por continuar con nuestro plan, eso si, dejaremos para otro día las cimas de Apala y Kañometa.

Bajo estas cimas y por un estrecho sendero vamos camino de Urtemondo. Las vista de la cubeta de Galdara son preciosas.


El terreno kárstico del ultimo tramo de Urtemondo nos hace centrarnos un poco más en la subida. En un momento alcanzamos su cima. Este es un buen momento para una fruta antes de seguir hacia Gantzorrotz. El agua parece que nos va a dar tregua hasta finalizar toda la ruta prevista.


El tramo de bajada de Urtemondo es empinado y lo realizamos con rapidez. Un tramo ancho de pista solo practicable para todoterrenos nos planta en la base de Gantzorrotz. Nuevamente el karst nos dificulta la marcha. Aquí no se aprecia un sendero marcado y los equilibrios sobre las piedras son un poco más frecuentes. A pesar de ello la cima no se nos resiste y disfrutamos de unas grandes vistas desde ella.



Como parece que que nos hemos animado a andar entre piedra en la bajada en vez de salir otra de las pistas, decidimos bajar por el lado derecho y realizar una cresta rocosa.

Vamos bien de tiempo y la cima de Ortutxueta nos llama. Otra vez a caminar entre incómodo karst para llegar a una cima. A pesar de todo merece la pena. La temperatura es muy agradable y corre un ligero viento. Este es un buen sitio para comer, así que abrimos las mochilas y a sufrir con el bocadillo.


El descenso de esta cima lo hacemos más hacia el interior de la sierra, por una zona más cómoda. En breve salimos a la pista y ya solo es cuestión de caminar para llegar al coche.

Sobre las tres de la tarde finalizamos en Bernagoitia la marcha. Hemos tenido suerte y el agua no he hecho acto de presencia. El día ha sido precioso y aunque no hemos realizado todas las cimas previstas, si que hemos pasado por las tres más significativas.


Gracias por vuestra participación en esta salida y os esperamos en la próxima.

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