Sierra de Entzia

Debido a la cantidad de nieve acumulada en la zona de Lunada y a la previsión de tormentas a partir de mediodía decidimos cambiar el plan. Cambiamos la dificultad por el fondo y para ello nos dirigimos hasta el alto de Opakua. Desde aquí nos planteamos darle la vuelta a la Sierra de Entzia y a ellos nos pusimos a las 9 a.m. con un precioso día de sol.

Desde el primer momento y por pista comenzamos con buen ritmo de marcha. Nos internamos en un hayedo para ascender la primera de las cimas del día, Kontrastarregaina. Desde aquí por un sendero bien marcado realizamos el Ascenso de las dos siguientes cimas. Murube que tiene un bonito buzón con forma de ermita anclado en la losa de un antiguo dolmen. La otra cima, y Aitzluze se termina de ascender a través de dos escaleras (curioso).

Desde aquí volvemos a buscar la pista para continuar hacia la cueva de los Cristinos, el siguiente objetivo. Para llegar hasta la cueva todavía hicimos otro pequeño desvío y atravesamos el bosque encantado. Las hayas, el musgo y las curiosas esculturas que forman la piedra hacen que sea un lugar grandioso.

El fuerte ritmo de marcha hizo que Iñaki dijera basta a la altura de la cueva. No sabemos si el problema le sobrevino por la resaca de tanta celebración de Champions o por que desde que no está Badiola de presi anda más flojo.  En fin, él regreso por la pista al coche para atender otras obligaciones.  

Una vez en el exterior, nuevamente, y bajo un gran haya dimos cuenta del merecido amaiketako. Y falta no iba a hacer. Los cuerpos respondía bien, por lo que pusimos rumbo a los rasos de Legaire.  Vacas, caballos y el croar de las ranas del riachuelo nos acompañaron hasta la base de Mirutegi y Bayo. Estas fueron las últimas del día y nos regalaron unas bonitas vistas de Gorbea, Anboto, Aizkorri etc. Regresamos al coche y observamos en el GPS que hemos recorrido algo más de 28 Kms. Bien chavales, un día perfecto. Nos hemos ganado una cervecita en Agurain y con ella damos por finalizado el día.